visitas

Sunday, September 30, 2007

Machacarse a hacer deporte

Dos son las razones que me incitan a realizar deporte: Por recomendación del médico (el psiquiatra) y por miedo a engordar en mi etapa depresiva. Jamás antes se me hubiese ocurrido ir a correr por la playa durante casi una hora.

Eran las seis de la tarde. Después de actualizar el blog y perder un poco el tiempo frente al ordenador, me puse mis Nike Running de 100€ compradas recientemente cómo capricho a mi estado depresivo, mi camiseta sin mangas más cool, pantaloncitos cortos y el brazalete para colocar mi olvidado IPOD. Aún no consigo conectar con la música pero mejor eso que intoxicar mis oídos con los coches de la N-II o el estruendo del tren cada vez que pasa. Así es, la maravillosa costa del Maresme (véase foto) está cercada por la vía del tren y la carretera más peligrosa de toda España.

Cuando estaba por coger el coche e irme a la playa, noté al perro demasiado nervioso. El perro de la familia, “Tavi”, tiene alrededor de unos 4 años, es un golden retriever y es pesado, aburrido y no tiene carácter ni personalidad. Además, el pobre está medio ciego y gordo porqué lo castramos hace menos de 2 años. El motivo de su nerviosismo es que, acostumbrado y mimado a que lo saquen a pasear por las tardes, esa tarde nadie lo había sacado a pasear porqué apenas hace dos semanas dimitió la chica de servicio y era la que se encargaba de hacerlo.

Nuestro perro está tan mal adiestrado y tan poco independiente que aún teniendo un bosque para el sólo, siendo la envidia de cientos de schnauzers, teckels y chihuahuas presos en apartamentos de Barcelona, necesita de alguien humano que lo anime a adentrarse en él.

En fin, que decidí llevármelo conmigo a correr consciente de lo que seguro me iba a suponer. En efecto, se remojo en todos los charcos que encontró por el camino, por poco no hace tropezar a otro corredor y enguarró todo el coche de la otra ama de casa, que generosamente me prestó su coche para todo el fin de semana (recordad, ¡me quedé sin ventana!).

Siempre que hago cualquier tipo de deporte, no paro de pensar en mi maldita amputación. Me reniego a pensar que me falta un dedo, pero la plantilla me da fastidio y no puedo evitar pensar en ello. ¿Qué puedo hacer para que cese este pensamiento?

Cuando volví a casa, recibí una inesperada llamada de un amigo proponiéndome o más bien obligándome a ir a jugar a padel esa misma noche. Me pareció una brillante idea ya que así hacia doble sesión de deporte en una misma tarde.

Fórmula:

Correr 7km + Paddel = horas extra de sueño + ingerir mayor número de calorías

Este es un amigo de los de toda la vida. Coincidimos en la escuela de primaria y teníamos una relación bastante cercana. De entre todos, era de los que más me respetaba en relación a mi aspecto físico. Nos compenetrábamos jugando a fútbol, obteníamos más o menos las mismas notas y nos gustaba el mismo tipo de chicas. A diferencia de mi, consiguió pronto tener sus primeras relaciones sobretodo gracias a su atractiva cara de buen niño repleta de pequitas y su desfachatez.

Cuando divergimos de colegio y a medida que crecíamos, nuestra relación fue deteriorándose. Yo prefería ir con mis nuevos amigos de mi nueva escuela. Por su parte, en su escuela le hicieron una limpieza de cerebro volviéndolo arrogante y prepotente con los demás. Hasta tal punto que un día se atrevió a cuestionar mis nuevos amigos con la desgracia de que uno de ellos escuchó tales juicios. Se produzco un fuerte enfrentamiento y fue uno de mis peores días de mi vida al ver cómo mi mejor amigo se encaraba con uno de mis amigos de la infancia. Sabía que ya se había producido una fracción que ya nunca iba a repararse. Ahora, después de 7 años, parece que lo han olvidado y he conseguido que se hablen y al menos disimulen cuando coincidimos los tres

Esa noche tenía una propuesta para ir a una fiesta de disfraces que organizaba un buen amigo de mi amigo “mejicano”. Después del inmenso desgaste físico, preferí quedarme en casa echando unas partidas al inmortal proevolution soccer a la xbox360, juego que lleva acaparando horas y horas de mi vida los últimos 5 años.

Hasta al último momento me estuve pensando de ir a Barcelona. Tan sólo hubiese ido si “Lidia” Me hubiese dicho que iba algún sitio. Es una chica que conocí hace un par de semanas. Es de Brasil y ha venido a estudiar un master de management. La conocí en una cena con mi tía argentina (madre del que me animó a crear este blog) ya que es hija de una de sus amigas. Aunque no sienta nada, es una chica simpática, atractiva, extrovertida, animada y con mucha alegría en las venas. Me siento cómodo a su lado y creo que podía haber algo más. No me respondió mis mensajes así que fui directo a la cama.

Friday, September 28, 2007

La Percepción de mi amigo "Italiano"

Mis amigos empiezan a reaccionar. El primero en escribirme ha sido mi amigo italiano y esto es lo que me ha escrito:

Eres un chico muy educado, un poco tímido con las personas que no conoces bien, siempre estás disponible a ayudar las personas que están a tu alrededor, aunque a veces ( y es normal) piensas en tus intereses (por ejemplo, cuando venimos Mario y yo a Barcelona y tu estabas con tu amigo Xavi en la costa brava).

Has tenido siempre una vida facil, y seguramente por esta razón, de frente a cualquier dificultad, no sabes como reaccionar. Como si tuvieras miedo de hacer algo equivocado. Te cierras en ti mismo y en vez de superar el problema con la cabeza alta, buscas una excusa que te permita justificar el hecho que no quieres afrontar el problema, y solo intentas evitarlo.

A veces eres inseguro. No piensas en tu bien estar personal, y buscas siempre la aprobación de los demás. Si los demás te aprecian te sientes bien y si no lo hacen, enseguida empiezas a dudar de tu calidad. Cualidades que tienes: eres un buen chico, inteligente, racional y reflexivo. No eres superficial

Eres calmado y apacible. Difícilmente pierdes el control de ti mismo.

Te sientes diferente de los demás porque los otros son felices con poco y no soportas este hecho. Cuando estás con quién es indiferente y desconsiderado, te sientes en dificultad. Te preguntas: “como coño hacen estos para estar contentos de vivir una vida tan simple y complacerse? Los criticas pero los envidias y te gustaría poder ser como ellos. Porque aquellos como tu o como yo, no podemos vivir si no tenemos objetivos desafiantes de conseguir.

Dos jarras de cerveza y dos amigos hacen feliz al 90% de los seres humanos. A ti no te basta. En fin, te preocupas demasiado, incluso de cosas que no merecen tu tiempo ni tu atención. Son palabras de corazón. Para un gran amigo como tú. Honor y gloria.

Estoy de acuerdo en todo. Verdaderamente mi amigo en menos de dos años ha hecho un análisis de mi persona muy apróximado a la realidad. Lo único en lo que no coincido según mi prespectiva, es que necesito un objetivo desafiante. Hace medio año si pensaba así encambio ahora lo único que deseo es ser feliz de la manera que sea. Para eso debo conocerme bien y tengo la confianza que eso lo conseguiré gracias a vosotros.

Thursday, September 27, 2007

Concierto "The Police"

¿Recordáis el regalo que “Mejicano” me hizo ayer mientras comíamos? Era una entrada para el concierto de ¡The Police!, que ayer actuaron cómo concierto único para toda España. Más de 55.000 personas acudieron a la cita.

El resto del día fue bastante soso. Me desperté a eso de las 12:00. Desayuno y me he puse a tocar el piano porqué a las 16 tenía clase y no quería dar una mala imagen frente al profesor. De hecho, en la clase me felicitó por el progreso que había realizado. Eso me ha dado un aire de esperanza ya que me hace pensar que no soy inútil. En realidad, nunca pensé que soy un incompetente. Más bien, es la falta de motivación absoluta, la manera que tengo de actuar y percibir las cosas que me provocan un malestar exagerado y continuo.

Una de las conclusiones que ha extraído mi terapeuta sobre mi personalidad es que soy una persona muy radical con mis ideas y maneras de pensar. Pues bien, no quiero ser menos para definir la experiencia vivida en el concierto de “The Police”.

No tenía ningunas ganas de ir al concierto. Ya sabéis que todo lo que signifique levantarse de la cama, son auto obligaciones que me impongo ya que lo único que conseguiré quedándome estirado sin mover un dedo (¡me falta uno!) es agravar mi pensamiento y sumergirme en un infierno aún más doloroso.

Aún siendo consciente que mi obsesión con el perfeccionismo es una de las razones principales de mi enfermedad, mi distorsión cognitiva del pensamiento todo o nada sigue estando presente. Para el concierto preparé unas hoja con las letras de las canciones más populares (“Every Breath you take, So lonely, Roxanne, etc.) para mi amigo y algunas copias extras por si venía alguien más. También me hubiese gustado colgar alguna foto del evento pero pequé de ingenuo y me llevé la cámara con la batería totalmente descargada.

Estás fueron mis percepciones del concierto:

- Impresionante en el momento que apagaron las luces y ver el reflejo de miles de cámaras y móviles en la tarima.

- No me hubiese gustado estar en el medio pero era bonito ver miles de palmas sincronizadas al mismo tiempo en la tarima.

- Clasifico los asistentes del concierto en tres tipos:

1. Los de viejas generaciones disfrutando y emocionándose recordando viejos tiempos de su adolescencia.

2. Los veinte añeros amantes del clásico y auténtico rock.

3. Los adolescentes falsos. Son los que van porque saben por lo que han oído que es rock de calidad y se quieren creer buenos músicos cuando realmente disfrutan más con la mierda comercial que echan en las discotecas y en la mayoría de emisoras de Radio (Aquí me incluyo yo).

4. Los que les importa tres cuartos lo que esté sucediendo y tan solo asisten con el propósito de poder fardar de que estuvieron en la cita.

Con casi 60 años, los tres aún siguen conservando su inigualable talento y facilidad para conseguir una mezcla de reggae, soul y rock en casi todas sus canciones. Sting tiene una voz inconmensurable y no aflojó ni un solo momento en las casi dos horas que duro el concierto. Copeland, el batería, parecía cómo si se hubiese bebido un barril de red bull antes de actuar e incluso se divirtió con algún juguetito extra que trajo consigo. Padovani, el guitarrista, fue el que quizás tuvo una actuación más discreta. Eso explica que no soy un gran admirador de la guitarra

De todos modos, el concierto me pareció algo aburrido. El público me daba la razón porqué, a excepción de los pocos fans auténticos, apenas se movía excepto cuando entonaban las canciones más populares. La gran excepción era yo, que a pesar de grandes esfuerzos, seguía inmerso en mi asquerosa depresión. Eso si, disimulaba cómo el que más, sin estar ni un solo momento quieto y tatareando todas las canciones.

Acostumbrado al sonido digital y la música electrónica, el piano y el órgano, el rock clásico se me hace un poco soso. Creo que el concierto de ayer hubiese ganado mucho con un buen órgano.

Estacioné el coche en una calle cerca de la plaza España. Al llegar, me encontré el cristal de una de las puertas de atrás echo pedazos. En mis buenos tiempos, me hubiese vuelto istérico, cagandome en todo y pensando en lo que me iba a costar arreglarlo y justificar el precio a mi padre. Sin embargo, me fue del todo inderente y hasta incluso se me escapo alguna carcajada. Parecía una obra de arte, lástima que tenía la cámara descargada (quedó parecido a lo que aparece a la foto). Seguidamente, me descalcé y le dí un par de golpecitos para determinar el estado real. Al más mínimo contacto, se caía todo así que agarré el zapato y comencé a golpearlo hasta cargármelo todo para evitar males mayores de camino a casa.

Desde aquí quiero agradecer a mi amigo “mejicano”. Es una de las personas que más se esta preocupando por mí estos dolorosos tiempos y cada semana me propone de hacer cosas para evitar que me quede encerrado en casa. Ayer en el concierto, él estaba en un estado de éxtasis de felicidad. Acompañado de su nueva novia, muy simpática por cierto, junto con su inseparable hermano y sintiéndose orgulloso de conseguir movilizar a un depresivo. Estaba muy contento por él y me alegraba ver cómo gozaba del momento, eso si, acompañado de un litrito de cerveza.


Wednesday, September 26, 2007

Mis mayores miedos

Sin duda, uno de mis mayores miedos es que acabe volviéndome loco. Para consolarme y arrinconar este pensamiento, lo mejor es ver videos cómo este y darme cuenta de que mucho tendrían que empeorar las cosas para que realmente desvariara.

¡¡¡Doooooooo, Reeeeeeeee, Miiiiiiiiiiiii!!!


11:30 – Cómo cada día, fuerzas ocultas logran obligarme a levantarme de la cama. Enseguida, lo primero que hago es ir a por mi trofeo por haber logrado levantarme un día más. Un buen bol de cereales special K (para así poder abusar más), con trocitos de fresa y empapados de leche derramándose por todos lados.

12:00 – Mi intención era practicar un poco el piano ya que más tarde tenía clase de armonía y educación del oído en la escuela “l’aula de música”. Pero para variar, me distraigo con mi enfermedad y he decidido enviar un mail a cada uno de mis mejores amigos pidiéndoles que me hagan un pequeño informe de rasgos de mi personalidad. Es una nueva idea que se me ocurrió ayer y creo que me puede ser de gran utilidad para conocerme mejor.

13:30 – Comida con uno de mis mejores amigos “Mejicano”. Lo conocí en tercero de carrera y hasta antes de irme a Italia, éramos culo y mierda. Después de mi etapa azzurra, la relación ya no era tan intensa pero seguimos teniéndonos un fuerte aprecio y el me esta ayudando con todo lo que puede. Desde que me vió volver de Italia, no para de machacarse en el gimnasio , es el terror de las carreteras y adora el modus vivendi de los mejicanos.

Abusando de mi estado, me ha invitado y además, me ha regalado una fabulosa entrada para un evento que tendrá lugar mañana. Me reservo deciros lo que es hasta mi reporting de mañana. He tomado una sencilla ensaladita con una milanesa que parecía una roca. Mi amigo ha tenido más ojo y se ha puesto las botas con una parrillada de carne. Tras mucho insistir, me ha convencido para que pidiera un Brownie. "¡Que horror!, ¡voy a tener de nuevo que ir al gimnasio para bajar toda esta porquería!"

Mientras comíamos, un coche casi acribilla a los clientes que estaban comiendo en la terraza. No sé pero últimamente no paro de presenciar accidentes. Hace 6 meses, vi cómo un autobús arrollaba un motorista causándole la muerte al instante. Hace 3 meses, un motorista derrapo 20 metros después de perder el control de su moto. Hace 5 días, un conductor borracho ancló su coche en la cuneta cuando yo venía por el otro sentido. ¿Será que atraigo la muerte? ¿Está apunto de sucederme algo catastrófico? ¿Serán señales?

15:00 - Hora y media de educación del oído. Para quién no lo sepa, por un lado consiste en hacer sesiones rítmicas en grupo para trabajar en compases y por otro, sesiones melódicas para entonar las notas musicales. Es muy aburrido pero consigo entretener la mente. Prefiero pensar en “Do, re, mi, fa, sol, la, si” en lugar de “que mierda es la vida, me quiero matar”. La segunda hora y media es de armonía y estudiamos las diferentes piezas y símbolos que componen las melodías. Pentagramas, tiempos, tipos de sonido, pausas, compases, tipos de escala, tonalidades, etc. Es realmente aburrido pero me ayudará a mejorar con el piano.

18:00 – No voy a contar lo que he hecho porqué me da vergüenza. Que cada uno piense lo que quiera.

20:00 – Siesta de hora y media.

22:00 – Partido del Barça-Zaragoza. Antes era un fanático incondicional del Barça pero ahora no me distrae ni lo más mínimo. Por suerte, he convencido a un amigo para que viniera a ver la segunda parte. Mi amigo Peter, es un amigo de siempre de la escuela y aún mantengo una buena relación con el aunque nos veamos muy esporádicamente. El pobre tampoco está pasando por un gran momento. Tiene problemas con la justicia y teme que le pueda pasar lo peor, me refiero a que pueda acabar en prisión y sería por algo que no ha hecho. Esto me hace reflexionar y darme cuenta que no soy el único en esta vida que tiene problemas.

01:00 – Mientras escribía estas palabras ha llegado mi padre. Cómo de costumbre, me ha preguntado por el partido del Barça. En circunstancias normales, hubiese hecho un extenso análisis del encuentro pero apenas le he dicho “muy bien, hemos ganado. Grande Messi”. Mi padre es una persona muy orgullosa pero se siente impotente al ver que no depende de el que me recupere. Todo esto le viene un poco grande y si por si fuera poco, cómo asesor financiero de la familia, está teniendo problemas para gestionar el patrimonio heredado de la abuela entre los hermanos. Por suerte, la empresa últimamente esta obteniendo excelentes resultados y mis otras dos hermanas no presentan muchas preocupaciones.

02:00 Buona Notte amici!

Tuesday, September 25, 2007

Canción con la que me siento identificado


Keane - Crystal Ball

Who is the man I see
Where I'm supposed to be?
I lost my heart, I buried it too deep
Under the iron sea

Oh, crystal ball, crystal ball
Save us all, tell me life is beautiful
Mirror, mirror on the wall

Lines ever more unclear
Not sure I'm even here
The more I look the more I think that I'm
Starting to disappear

Oh, crystal ball, crystal ball
Save us all, tell me life is beautiful
Mirror, mirror on the wall
Oh, crystal ball, hear my song
I'm fading out, everything I know is wrong
So put me where I belong

I don't know where I am
And I don't really care
I look myself in the eye
There's no-one there
I fall upon the earth
I call upon the air
But all I get is the same old vacant stare

Oh, crystal ball, crystal ball
Save us all, tell me life is beautiful
Mirror, mirror on the wall
Oh, crystal ball, hear my song
I'm fading out, everything I know is wrong
So put me where I belong

Gourmet por un día

13:15 – Consigo alzarme de la cama. No os asustéis, me fui a dormir a las 5 de la madrugada por culpa de mi primo (el mismo que decidió por mi crear este blog) que me retuvo en el Chat persuadiéndome con sus ideas absurdas de negocio para encontrarme algo que me haga ilusión.

14:00 – Mi amigo, con un simple “te obligo a ir” en skype, me convence para que me vaya a Barcelona a almorzar con él. De hecho, le había dado la palabra que iría. Este es el mismo que me propuso de jugar a golf el día anterior.

En uno de sus hoteles, estrenaba un snack bar y quería opiniones de amigos suyos para determinar la calidad de los platos. Me zampé una pizza pepperoni. Estaba asquerosa pero la calidad era óptima por el módico precio de 5 euros. No me pude resistir a probar los postres: tarta tatin, crepes de chocolate y Brownie. Al acabar, ya estaba pensando en lo que me iba a suponer haber ingerido tanta caloría de golpe. Tendré que invertir horas extras en ejercicio físico

16:00 – A las 17 tenía cita con mi terapeuta así que para matar el tiempo, me puse a leer un libro de autoayuda cómo complemento a la terapia la cual considero una pérdida de tiempo casi absoluta. El libro se titula “Sentirse Bien, Una nueva terapia contra la depresión” y lo compré hace un par de semanas.

17:00 – Mi hora de gloria. Empiezo amenazándola que si esta semana no percibo ningún progreso, dejaré de ir. Ella insiste en que tengo que tener paciencia y aún no hemos tenido tiempo para conocernos. De momento lo único que ha sido capaz de determinar es que he sufrido un proceso de maduración y he ido haciendo a base de automatismos, soy un radical, un idealista y que siempre quiero cosas nuevas. Todas las conclusiones ya me las había hecho yo mismo antes lo cual no entiendo para que le estoy pagando. Me ha amenazado diciendo que si no me dejo ayudar, ella no puede hacer nada y que no hace falta que siga viniendo. Es una mujer de unos 50 y tantos y la veo poco motivada para ayudarme. Total, esta apunto de jubilarse y dudo mucho que le venga de un paciente más. Lo más probable es que acabe cambiando por otro.

19:00 – De vuelta a casa, vuelvo a sacar fuerzas subliminales para tocar el piano casi una hora y media. Cómo dije antes, no disfruto nada pero mejor esto que estar sentado en el sofá sin hacer nada. Además, mis padres me han pagado las clases y tengo que hacer ver al menos que empieza a motivarme algo.

21:00 – Fútbol. Entreno en el equipo de fútbol de mi pueblo que milita en tercera territorial, la división más baja del país en la que si quedas último no desciendes. La temporada está apunto de empezar y ahora deciden que jugadores van a ir al A o al B. Para mi sorpresa y acabar de machacar mi autoestima, este año me han relegado al B. Admito que jugar al fútbol si que me crea algo de placer aunque me este cagando constantemente en mi amputación y mi falta de equilibrio.

23:00 – He quedado con una amiga después de estar semanas escaqueándome de ella. Su nombre es Winters y hacia más de 6 meses que no la veía. Es una chica excepcional, ambiciosa, con un sentido del humor admirable y contagioso y está repleta de energía para afrontar los obstáculos que presenta la vida. Si quería evitar quedar con ella era porqué sabía que no me podría resistir a contárselo todo. Efectivamente, le he contado toda mi vida y se ha ofrecido a darme todo su apoyo y ayudarme en lo que necesite. A mi no se me ha ocurrido nada más ingenioso que preguntarle dónde había comprado su cómica faldilla. Es una friki pero con clase. Tiene estilo propio.

03:00 – Después de actualizar mi blog, me piro a la cama. Good Night people! Fuck live!

Monday, September 24, 2007

El deprimido va a jugar al Golf


Ayer era la fiesta de la Mercè en Barcelona y no se trabaja. Un amigo mío, hijo del dueño de una de las mayores cadenas hoteleras del mundo, me propuso de ir a jugar a golf y sin saber porqué, acepté. Mi padre también vino.

Por la mañana me levanté con unos pensamientos muy extraños. Os juro que es cómo si tuviera la sensación de que algo o alguien controlan mi cuerpo sin tener una percepción de la realidad y no entiendo que hago vivo. Cómo si de un robot se tratara, decido alzarme de la cama e ir a jugar.

Eso si, no sin antes deleitarme con un buen desayuno. Suponiendo que tardo una media de 15 minutos en cada comida del día, en total son 45 minutos. 45 minutos sobre 16 horas que paso despierto representan un 4,6% que es lo equivalente al porcentaje de felicidad diaria que tengo.

En el trayecto, mi padre me ha preguntado si quería cambiar de psiquiatra y la psicóloga con la que realizo la terapia. Yo le he dicho que daba igual, porqué el daño ya estaba hecho y que sólo dependía de mi mismo para sacarlo adelante. Le he comentado que había iniciado un blog porqué con cuanta más gente compartas tus problemas, más posibilidades tienes de salir adelante y, en cambio, cuando hay dinero por delante todo se turba y acabas desconfiando de todo el mundo.

Durante el partido, pensaba en lo absurdo que era el deporte y en el derroche de horas que había invertido para aprender a jugar a este deporte cuando podría haberme interesado por cosas mucho más interesantes en esta vida. Un deporte mayoritariamente de viejos y materialistas que lo único que les interesa es comer bien, hablar de dinero y presumir de riqueza y bienestar.

Al acabar el partido, he tenido mi recompensa poniéndome las botas. De primero he pedido una ensalada de queso de cabra y de segundo, una sabrosissima hamburguesa con cebolla caramelizada y jugosas patatas fritas.


De vuelta a casa, he dormido para evitar tener que hablar con mi padre y una vez en casa, he prolongado la siesta durante dos horas más.

Milagrosamente, auto imponiéndome una severa disciplina, he sacado fuerzas para tocar el piano durante una hora aunque no disfrutara nada.

En la cena estábamos mi hermana pequeña, mis padres y yo. Cómo me temía, he vuelto acaparar el tema de conversación y es que de hecho, sucede cada día. Mi postura derrotista de no querer hacer nada y que la vida es una mierda contra las soluciones y alternativas que me proponen uno y otro. Por suerte tuve una buena idea y les he comprado este libro para que se hagan a la idea de lo que es convivir con un lastre como yo.

Después de cenar, me he dedicado a actualizar mi blog con la esperanza de que sea mi verdadera salvación y poder seguir haciéndolo durante muchas noches más.

Mis angustiosos pensamientos que me torturan cada día

  • Hace 7 años sufrí un aparatoso accidente de moto y me tuvieron que amputar un dedo del pie. De hecho, hasta hace poco más de un año lo tenia bien asimilado y podía convivir con mi carencia ya que sobretodo no afectaba a mi rendimiento deportivo. Pero progresivamente fui perdiendo sensibilidad y me fue perjudicando considerablemente cada vez. Perdía el equilibrio, me molestaba al andar y hasta tuve que hacerme 3 pares de plantillas diferentes y aún así, me sigue molestando. El deporte, sobretodo el fútbol, era mi vida y ahora que no puedo practicarlo cómo me gustaría, me crea malestar continuo.
  • Antes de cumplir los 16, siempre había sido un chico con sobrepeso hasta alcanzar mi punto más alarmante a los 15. Me ofendían muy a menudo, incluso mis mejores amigos usaban términos tales cómo “cachalote, vaca, gordo de mierda o bola de cebo” para insultarme. A partir de los 16, me esterilicé y empezaron mis primeras relaciones. Pero de nuevo a los 19 engordé y desde que me di cuenta, empecé a ejercer mi físico cada vez más y más acompañado de dietas inhumanas. Desvarié tanto que hasta jugando fútbol no disfrutaba si no había corrido lo suficiente. Estoy harto de hacer tanto deporte pero al mismo tiempo tengo un miedo espantoso de engordar porqué me encanta engullir cuando cómo y no tengo límite.
ANTES
AHORA
MI TEMIDO YO


  • Estoy tan ahogado en mi pensamiento que ni siquiera mis artistas y canciones preferidas son capaces de retenerlo un mínimo instante.
  • Estoy constantemente preocupado por mi imagen física.
  • Desde que enfermé, lo único que me da placer es comer y dormir.
  • Me siento cómo un completo inútil. Pienso que soy un inculto y que no doy nunca la talla en las conversaciones.
  • A veces desearía estar muerto pero al mismo tiempo, me da miedo morir.
  • Siento que no soy capaz de hacer nada por mi mismo y que siempre necesito la aprobación de alguien para saber si lo que hago esta bien o mal. No tengo iniciativa propia. En realidad, este blog fue idea de mi primo.
  • No me apetece hablar ni relacionarme con nadie. Sólo hablo cuando no tengo más remedio cómo cuando me preguntan algo. Ni siquiera a los que creo y considero que son mis mejores amigos les llamo. Me siento del todo prescindible y no entiendo porque hay gente que me quiere.
  • Películas, leer, deporte, conducir, tocar el piano, etc. Haga lo que haga, no hay nada que consiga frenar mi pensamiento averiado.
  • Seguro que en el infierno no lo pasaría tan mal.
  • No se si es que estoy enfermo o soy un desinteresado por todo. Observo que la gente le inquieta lo que le rodea, expresa sus emociones, bromean, se ríen y a mi todo me resbala.
  • Me pregunto que pasaría si dejara las pastillas y en su lugar, empleara el alcohol u otro tipo de droga más potente.
  • Me arrepiento de no haber tomado más enserio la universidad. Creo que tengo una educación pésima. He ido siempre pasando de todo y ahora cualquiera sabe más que yo. Me siento un verdadero inculto.
  • Llevo tanto tiempo así que tengo la sensación de que es una enfermedad Terminal. Me resisto a pensar que es verdad y es una de las razones por las que he decidido escribir este blog.
  • Una de las cosas que más me irritan es que casi todo el mundo que conozco tiene una manera de ser concreta, un carácter que le personaliza y unos valores bien definidos. Oigo a menudo frases hechas, refranes y se usan citas de grandes artistas para explicar algo. Yo, en cambio soy soso y siempre me repito.

Sunday, September 23, 2007

Informe Psiquiátrico

Este és el informe de alta que redactó la psiquiatra del centro en el que estuve ingresado una semana para estudiar mi caso. Hacer un doble click sobre la imagen para que se agrande lo suficente para leerlo.

El origen de mi Depresión: "La enfermedad del pensamiento"

Me llamo Carlos, soy heterosexual, desempleado, tengo 25 años recién cumplidos y, seguramente debido a una serie de sucesiones a lo largo de mi corta existencia, he caído en una severa depresión.

Me licencié hace dos años en Administración y Dirección de Empresas por una discreta universidad de Barcelona. Hasta hace un tiempo, era un chico muy sencillo. Era fan del FC Barcelona, me gustaba el fútbol y el deporte en general, la música (tocaba el piano), los videojuegos, salir de fiesta, comer bien, ir al cine y conocer chicas.

Todo empezó en mis andadas transalpinas. En septiembre del 2005, al finalizar mi carrera, me fuí a Italia a realizar unas prácticas para un periodo de 11 meses en la multinacional líder en productos de consumo, Procter&Gamble (http://www.fater.it). A mediados de enero, me mudé a Milán por razones laborales. Durante ese periodo, que si mal no recuerdo vinieron a ser unos tres meses, la soledad me acechaba la mayor parte del día. El trabajo consistía en visitar unos determinados centros comerciales en diferentes puntos de la ciudad para verificar que cumplían con el surtido de nuestros productos y montarles los stands de promoción.

A raíz de esto, las únicas personas con las que me relacionaba (cuando casualmente era necesario) eran los clientes de los mismos centros. Me pasaba horas en el volante acompañado únicamente de la radio, y apenas lograba entenderla. Menos mal que más adelante se me ocurrió la fabulosa idea de comprar un IPOD. Cada día al llegar a casa, después de un estresante día de tráfico intenso, llegaba a mi apartamentito con apenas tiempo libre para hacer algo diferente, que aprovechaba frecuentemente para practicar deporte. A pesar de que disponía una especie de cocina playmobil, siempre iba a cenar en algún restaurante. Sentarse en una mesa sólo no hacia más que agudizar mi estado nostálgico.

La historia cambiaba cuando llegaba el fin de semana. Logré hacer un grupo de amigos con los que al principio me sentía muy confortable y compartíamos grandes “serate”. Al cabo de un tiempo, me di cuenta que era gente bastante deshonesta y con las que poco podías confiar. Conocí también alguna chica, pero eran todas bastante superficiales y la verdad, dudo mucho que nunca me acabe esposando con una italiana. La soledad de este periodo junto con la fuerte dosis de reflexión que te genera el proceso de maduración, me indujeron a tener unos problemas existenciales muy fuertes. Algo que lo aguantaba pensando que era normal. y que no me daba cuenta de lo que realmente acarreaba encima.

La situación fue progresivamente empeorando ya que, al volver a Barcelona, encontrar trabajo se me hizo una tarea imposible. Reconozco que me equivoqué apuntando a demasiado alto (sólo aplicaba para Sony, henkel, Niké, etc.) pero era un chulo que se pensaba que era capaz de comerse el mundo. En definitiva, me pasé siete meses en el paro que se traducen en 150 días más de comerme el coco por culpa de no tener el tiempo ocupado en alguna tarea útil.

A finales de marzo, empecé mi primer empleo en Gallina Blanca en el departamento de control de gestión. Sin una razón aparentemente coherente, seguía obsesionado en que yo estaba hecho para ser un fenómeno del marketing con lo que me equivoqué aceptando el trabajo. Ahora, seguía con el mismo sufrimiento agravado por el hecho que ahora tenía que interpretar un papel nuevo ante todo un departamento fingiendo que venía hacer carrera.

Más adelante, después de acudir a una entrevista en Valencia, acepte un trabajo cómo gerente de cuentas para otra multinacional. Aunque tampoco esta vez fuera marketing, al menos iba mejor encaminado y me aseguraron posibilidades de promocionar. Además, era el mismo trabajo que estuve realizando en Milan que suponía estar todo el día sólo con el coche de arriba a abajo sin relacionarme con nadie. Hiciera el trabajo que hiciera, daba lo mismo.

Me di cuenta que mi mal estar y sufrimiento era patente haya dónde fuera y que nada externo iba a mejorar mi estado de ánimo. La ansiedad y el miedo invadían mi cuerpo a un ritmo espeluznante e me daba cuenta cómo iba perdiendo el control de lo que hacia en cada momento debido a la fuerte insatisfacción personal que arrastraba.

Obsesión por el trabajo y el físico, desinterés por las mujeres, incapaz de disfrutar y reírme con mis amigos, autoestima por el suelo, apático, etc. Un día me plante y internamente grite: “¡Bastaaaaaaaaa! ¡Abandono!, ¡ya no puedo más!, ¡necesito volver a disfrutar de la vida!, ¡no hay quien aguante este dolor!” Desolado, acudí a mis padres y les dije que necesitaba ayuda urgentemente.

Al cabo de un par de semanas, comencé mi primera sesión con un psiquiatra. Este, asustado por el énfasis y exageración que empleé para describir lo que sentía y pensaba, me recetó un fármaco antipsicótico, llamado Zeldox, excesivamente desproporcionado en relación a la enfermedad real. Cómo consiguiente, en vez de desvaírme y mejorar mi estado de animo, no hizo más que aumentar mi malestar y tener pensamientos aún más macabros y tenebrosos que antes.

Dejé el trabajo. Bajo los efectos del fármaco, el pánico se apoderaba de mi y un día, asustado y angustiado por los pensamientos que atormentaban mi cabeza hasta extremos que prefiero no definirte, decidí por voluntad propia internar en un centro de neuropsicología. Contrariamente a la opinión del psiquiatra, yo estaba convencido de que el medicamento me estaba destrozando.

Estuve internado una semana para que estudiaran mi caso. Efectivamente, el fármaco que me había recetado tenía efectos antisicóticos además de antidepresivos. En el centro me diagnosticaron que padecía una depresión acompañada de una anemia considerable. Fueron y espero que hayan sido los peores días de mi vida. Gente con muñecas rajadas, gente con trastornos bipolares, drogadictos, etc. No sé si llegaré nunca a olvidarlo.

Empecé los primeros dos meses con un antidepresivo llamado citalopram, pero no dio resultado. Apenas hace dos semanas, me cambiaron el antidepresivo y ahora estoy tomando Venlafaxina y creo que va por el mismo camino que el otro con la diferencia que este anímicamente me ayuda un poco más. Cada mañana, me paso casi dos horas pensando porqué debería levantarme, no hablo ni me relaciono con nadie, no tengo ganas de ver a mis amigos, nada me causa ni placer ni satisfacción, no siento nada por nadie,, me siento inferior a todo el mundo, apenas tengo fuerzas para ducharme y lavarme los dientes, etc. En definitiva, he perdido las ganas de vivir, estar despierto es un malestar constante e incesante, la vida se ha convertido en un infierno y, patéticamente, sólo me aporta placer comer y dormir.

Es todo muy dramático pero por desgracia mía es la realidad. Suerte que, a pesar de que no entiendo porqué, tengo amigos que realmente me quieren y me están ayudando cada día sacándome a pasear o forzándome a hacer cosas para que no esté todo el día parado. La esperanza es lo último que se pierde en esta vida pero tampoco nadie sabe lo que nos depara el futuro. Yo confío en que algún día volveré a ser la persona de siempre.